20/03/2023

3 cosas que debes saber sobre la brecha de género en la seguridad alimentaria

Compartimos un artículo sobre las mujeres y la seguridad alimentaria, a nivel global, publicado por The Global FoodBanking Network (leer el original, en inglés)

Cuando las mujeres y las niñas tienen mejor acceso a los alimentos que necesitan, los efectos pueden durar generaciones. Sin embargo, según las investigaciones de CARE, la brecha del hambre entre mujeres y hombres es cada vez mayor.


Te traemos tres datos que debes conocer sobre la brecha de género en la seguridad alimentaria y sobre cómo los bancos de alimentos trabajan para atender las necesidades específicas de mujeres y niñas.

1: Dos tercios de las personas que padecen hambre son mujeres, y la brecha entre hombres y mujeres es cada vez mayor

En 2021, casi dos tercios de los 828 millones de personas que se calcula que pasan hambre eran mujeres. Esto significa que aproximadamente 150 millones más de mujeres que de hombres pasan hambre. Y, desafortunadamente, la brecha de seguridad alimentaria entre hombres y mujeres en realidad ha crecido 8,4 veces desde 2018.
Además de sus servicios regulares, los bancos de alimentos de todo el mundo están abordando las necesidades específicas de las mujeres y las niñas en sus comunidades. En Nigeria, NUMEPLAN de Lagos Food Bank Initiative proporciona a las madres embarazadas y lactantes asistencia especializada en nutrición y alimentación.

2: Más de la mitad de quienes trabajan la tierra en el mundo son mujeres, pero sólo el 13% son propietarias

Las mujeres son responsables de, al menos, la mitad de la producción mundial de alimentos; de hecho, producen entre el 60% y el 80% de los alimentos en la mayoría de los países en desarrollo, pero sólo el 13% son propietarias de tierras.
En Ecuador, el Banco de Alimentos Quito se asocia con pequeños agricultores para recuperar los excedentes de productos frescos y conectarlos directamente con las comunidades que se enfrentan al hambre. A través de esta asociación, el banco de alimentos proporciona a muchas agricultoras importantes herramientas y formación para recuperar más fácilmente los excedentes de frutas y verduras.

Cuando las mujeres obtienen ingresos, reinvierten el 90% en sus familias y comunidades, frente a los hombres, que invierten entre el 30% y el 40%.

Los programas de comidas escolares, a menudo apoyados por bancos de alimentos, también están desempeñando un papel en la vida de las agricultoras. En Guatemala, un proyecto piloto pretende crear igualdad de oportunidades de empleo animando a las agricultoras a abastecer el programa nacional de comidas escolares.

Mujer agricultora.
Foto: Deepak Kumar en Unsplash

3: En todo el mundo, las mujeres ganan sólo 77 céntimos por cada dólar que ganan los hombres

Las mujeres tienen más probabilidades de vivir en la pobreza extrema, a menudo como resultado de la falta de oportunidades económicas y la desigualdad de ingresos. Sin embargo, cuando las mujeres obtienen ingresos, reinvierten el 90% en sus familias y comunidades, frente a los hombres, que invierten entre el 30% y el 40%.
Los bancos de alimentos están dando un paso adelante ofreciendo oportunidades económicas y formación a las mujeres de sus comunidades. En Malasia, el Programa de Capacitación de Kechara Soup Kitchen enseña a las mujeres a coser y hornear para que puedan obtener ingresos con los que mantenerse a sí mismas y a sus familias. Food For All Africa, en Ghana, ofrece formación profesional en producción de alimentos y hostelería, con el objetivo de asegurar el empleo a madres solteras y jóvenes. Y el Banco de Alimentos de Uruguay imparte educación nutricional para apoyar programas de asistencia laboral a madres en situación vulnerable.
Aún más, los bancos de alimentos abordan la igualdad de género desde el principio a través de programas de comidas escolares. Cuando estos programas están disponibles, las niñas asisten a clase en mayor proporción, continúan su educación, mejoran sus resultados de salud y ayudan a romper el ciclo de la pobreza, que afecta desproporcionadamente a las mujeres.

¿Te ha sorprendido alguno de estos datos? Tanto si has aprendido algo nuevo como si has recordado las inaceptables desigualdades que afectan a la seguridad alimentaria, no cabe duda de que debemos transformar nuestros sistemas alimentarios para mejorar la equidad de género y atender las necesidades de las mujeres y las niñas de todo el mundo.