La Dirección General de Coordinación Sociosanitaria Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha firmado un convenio de colaboración con el Banco de Alimentos de Madrid para el beneficio de las personas en situación de exclusión social, mediante el cual la Comunidad de Madrid dona los excedentes alimentarios de los hospitales públicos de la región a la FBAM.
El primero en hacerlo, ya desde el próximo mes de enero, es el complejo Gregorio Marañón y progresivamente podrán sumarse los demás hospitales de la red de hospitales públicos de la Comunidad de Madrid. El reparto se llevará a cabo a través de entidades sociales colaboradoras con el Banco de Alimentos de Madrid con criterios de proximidad geográfica y cumpliendo las necesarias y obligatorias condiciones higiénico-sanitarias, entre otras, que su traslado se lleve a cabo con medios de transporte, almacenamiento y refrigeración que permitan la conservación óptima hasta la entrega.
Gracias a este acuerdo y la donación de los excedentes alimentarios de los hospitales públicos de la región, se beneficiará a personas en situación de exclusión social, y se realiza de acuerdo con la Ley autonómica de Economía Circular de 2024.
Ya desde el próximo mes de enero, será el Gregorio Marañón el primer complejo hospitalario que participará, y el citado hospital ya está tramitando con el Banco de Alimentos de Madrid los procedimientos de manipulación de estos productos, desde el origen, para garantizar la trazabilidad y la seguridad. Además, las dietas que elaboran a lo largo de todo el año los equipos de cocina de estos centros sanitarios, se ciñen a las recomendaciones nutricionales y equilibradas de endocrinólogos.
La gestión de este acuerdo se llevará a cabo en la Dirección Operativa de Recuperación de Excedentes y el equipo de gestores de la FBAM, cuya responsable es Carlota de Lemus, en coordinación con la Dirección de Distribución y Atención a entidades Benéficas cuyo responsable es Eladio Álvarez.
Este acuerdo es un paso más para el BAM dentro de las actuaciones que marca la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario puesta en vigor el 2 de abril 2025, y que señala a los bancos de alimentos como principales agentes receptores de alimentos de los diferentes agentes de la cadena alimentaria. En este caso mediante el aprovechamiento de menús provenientes de los hospitales públicos.